En los últimos años hemos visto que el automóvil eléctrico es un tema en boga por ser “una solución” en el aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera ya que al no utilizar combustibles fósiles no liberan este gas de tipo invernadero. Además se debe indicar que también aporta a reducir la contaminación acústica local.
Existen desacuerdos entre algunos estudios y los fabricantes donde los primero indican que un automóvil eléctrico es más pesado que uno convencional y por lo tanto genera mayor cantidad de partículas en suspensión (1), por su parte los fabricantes indican que la diferencia es mínima ya que se utilizan el mismo proceso y cuando existen las dos versiones de un mismo modelo, eléctrica y a combustión, en estos son utilizadas las mismas piezas, sólo varía el motor y en la fabricación del automóvil se realiza el mismo proceso por lo tanto no existe gran diferencia.
Es clara la diferencia de cual contamina más cuando se ponen en marcha, pero queda algo afuera, las baterías de los eléctricos, he tratado en otro artículo sobre el litio, dónde queda claro las ventajas de su uso en la reducción de efecto invernadero pero lamentablemente esta fuente de energía aún no se realiza en forma sustentable.
Un estudio sueco (2), indica que la producción de una batería de 100 kWh es equivalente a manejar un automóvil convencional unos ocho años aproximadamente.
El automóvil eléctrico es una buena idea pero se requiere mejoras en la extracción de litio y fabricación de sus baterías para hacerlo realmente amigable con nuestro planeta.
Fuentes:
- (1) https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S135223101630187X
- (2) https://www.ivl.se/toppmeny/pressrum/pressmeddelanden/pressmeddelande—arkiv/2017-05-29-ny-rapport-belyser-klimatpaverkan-fran-produktionen-av-elbilsbatterier.html